La entrada a algún vivienda siempre ha servido para proyectar el interior hacia afuera y para ofrecer la bienvenida a las visitas. Comunmente acostumbra ponerse el foco en la decoración de nuestra estancia, pero hay un elemento que puede decir bastante de sus dueños antes de tocar siquiera el timbre de la puerta: el felpudo.
Aunque lo recurrente es ubicar el tradicional modelo cuadrado sin más ornamentación que nuestro material, la verdad es que el mercado está inundado de felpudos autenticos que tienen la posibilidad de desde ocasionar en el visitante desde una sonrisa a sorpresa o admiración. Evaluemos un algo más de cerca este interesante complemento decorativo…
Tipos de felpudos
Con respecto al material, lo recurrente en la mayor parte de las viviendas es usar felpudos de fibra de coco, un material duro que acostumbra limpiarse sacudiéndolo al aire libre o pasándole un aspirador sin hundirlo en las fibras.
Además hay de goma , otro de los comunes felpudos en muchas de las viviendas, que se acostumbran limpiar con una satisfacción de agua, amoniaco diluido y jabón.
Para las ubicaciones de campo, donde hay que sacudirse el barro, lo mejor son los felpudos metálicos, comunmente con forma de rejilla.
Y al final, hay además felpudos semejantes a las alfombras de interior, más finos que los anteriores y comunmente protegidos con material antideslizante. Estos son los únicos que se tienen la posibilidad de meter en la lavadora y no tendrán sacudirse o podrían partirse.
Felpudos con formas
Independientemente del material del felpudo, hay una extensa variedad de felpudos autenticos basados en su forma. En este sentido, acostumbran recortarse hasta hallar formas semejantes a elementos reconocibles, como corazones, piezas de fruta o bigotes.